ROMA – El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés) hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para aportar US$196 millones con el fin de asistir al creciente número de migrantes que salen de Venezuela, entre ellos retornados colombianos, a través de sus operaciones de emergencia en Colombia y Ecuador.

Estos fondos son parte del Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes, el más grande en su tipo que se haya implementado en la región. El plan, que tiene un presupuesto total de US$1.350 millones, es una herramienta de coordinación y recaudación de fondos implementado por 137 organizaciones en 17 países de la región para apoyar a 4 millones de migrantes en 2020.

Desde 2018, WFP ha proporcionado comidas calientes en comedores comunitarios, kits de alimentos para personas en tránsito y cupones para cubrir las necesidades alimentarias básicas de más de 1,85 millones de migrantes y comunidades de acogida, principalmente en las zonas fronterizas en Colombia y en 14 provincias en Ecuador.

“A medida que el número de personas en movimiento continúa aumentando sin un final a la vista, también lo hacen los riesgos y las vulnerabilidades que enfrentan los migrantes”, dijo Miguel Barreto, Director Regional del WFP para América Latina y el Caribe.

Al mes de noviembre de 2019, unos 4,6 millones de venezolanos habían salido del país, y casi el 80% de ellos se ha establecido en América Latina y el Caribe, según la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial. Cerca de 1,5 millones viven en Colombia y 385.000 en Ecuador.

Las encuestas de seguridad alimentaria del WFP realizadas este año mostraron que el 54% de los migrantes y refugiados en Colombia y el 23% en Ecuador tienen inseguridad alimentaria moderada o severa. En Colombia, el 29% pasó un día sin comer en los siete días anteriores a la encuesta, mientras que el 60% redujo la cantidad de comidas al día en Ecuador.

“Seis de cada 10 migrantes nos han dicho que están preocupados por no tener suficientes alimentos”, dijo Barreto. “Con el apoyo financiero adicional de nuestros generosos donantes, podremos ampliar nuestra respuesta humanitaria y satisfacer las necesidades urgentes de las personas más vulnerables, especialmente las mujeres y los niños”.

El plan regional será implementado en nueve sectores clave: salud, educación, seguridad alimentaria, integración, protección, nutrición, albergue, artículos básicos, y transporte humanitario; y agua, saneamiento e higiene. WFP co-lidera el tema de seguridad alimentaria e intervenciones basadas en efectivo.